Desde que existe el trabajo los seres humanos hemos buscado la forma de volverlo más eficiente mediante el desarrollo de herramientas y la sistematización de procesos.
Con el tiempo la humanidad desarrolló máquinas, cambiando totalmente la matriz de producción y la forma de trabajar. La revolución industrial aportó las herramientas, el modelo fordista la sistematización necesaria para lograr un crecimiento productivo nunca antes visto en la humanidad. Estos cambios fueron tan radicales en la forma en la cual se trabajaba que podemos encontrarlos en la reconocida obra de Chaplin, Tiempos Modernos, una parodia sobre estas dinámicas donde la repetición y especialización de una tarea transforman a las personas en simples autómatas, un engranaje más del reloj. Conforme la tecnología fue avanzando este proceso repetitivo se mantuvo en la mayoría de las organizaciones.
El crecimiento de las empresas y la necesidad de mantener bajo control los procesos de negocio llevó a la implementación de burocracias administrativas. Estos dos factores nos dan como resultado el contexto actual, en el cual una gran mayoría de los trabajos desarrollados por los primeros 2 estratos de cualquier organización son repetitivos y aportan mínimo valor a las empresas.
La existencia de este tipo de roles “monótonos” produce múltiples resultados negativos en la organización. En primer lugar muchas de estas posiciones no generan un importante valor agregado a la empresa, lo que hace preguntarnos ¿qué hace una ingeniera recién recibida llenando excels todo el dia? Consecuentemente, estas situaciones generan una pérdida de talento muy grande en las empresas porque las personas que se encuentran en estos roles se cansan de la repetición de tareas y deciden irse del negocio en búsqueda de otras oportunidades. En el caso de que decidan quedarse, los empleados encargados de este tipo de tareas suelen desarrollar problemas de ánimo y motivación, al sentir que su trabajo no sólo no es desafiante sino que tampoco aporta valor alguno al negocio
Esta dinámica presenta un problema para el crecimiento de las empresas. La necesidad de crecer nos obliga a aumentar nuestra base de tareas monótonas para mantener los procesos de negocio, lo cual requiere cada vez más recursos humanos que simultáneamente se vuelven muy difíciles de encontrar y de retener en la organización. Rompiendo un poco con esta dinámica surgen las tecnologías de RPA.
Esta tecnología nos permite implementar trabajadores digitales con la capacidad de trabajar 24/7 en el procesamiento y ejecución de tareas repetitivas. Entendiendo lo que implica muchos se cuestionan ¿cómo implementar robots digitales hace más humana una empresa?
La implementación de RPA permite a los negocios liberar a sus recursos humanos de las tareas monótonas, devolviendo esas horas al negocio y permitiendo que las mismas se dediquen a tareas de mayor valor agregado. Estos empleados podrán dedicar su tiempo a tareas que aporten más al negocio y consecuentemente sentirse más realizados con su actividad diaria. Desrobotizando a nuestra fuerza de trabajo logramos organizaciones más humanas, con la capacidad de dedicar sus recursos en la creación de valor para la sociedad y no en su propia autogestión.
RPA nos brinda de esta forma la capacidad de automatizar la mayoría de los procesos de backoffice, pudiendo escalar en trabajadores digitales de forma rápida y accesible. Sumando este beneficio a la eliminación del ciclo virtuoso negativo de crecimiento es indudable por qué RPA está siendo implementado en las principales empresas del mundo.
