El incremento del uso de las tecnologías de AI presenta un nuevo dilema ¿tienen que imitarnos o ser mejores que nosotros?
La AI forma cada vez más parte de nuestras vidas, controlando cada instancia de nuestra existencia. Gran parte del objetivo de una AI es lograr generar un pensamiento o capacidad de aprendizaje similar a nosotros, pero esto genera una incógnita ¿tienen que imitarnos o ser mejores que nosotros?
La moral de la AI
Desde su surgimiento, gran parte de la discusión en torno a la AI involucra las áreas en las cuales la misma debe ser aplicada. Si bien cada vez interactuamos con distintas herramientas de AI, rara vez nos cuestionamos si las mismas deberían serlo para empezar. Una discusión que normalmente surge cuando mencionamos AI es si van o no a reemplazar a los humanos. Esta circunstancia abre el plano a múltiples incógnitas. Primero, ¿es posible reemplazar a un humano con AI? y en caso de que lo fuese, ¿es ético hacerlo?
Si bien este tema se ha explorado en gran detalle uno de las corrientes con mayor nivel de adopción actualmente es el hecho de que la AI, como cualquier tecnología, es una herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas. Los seres humanos vivimos de las costumbres, y adaptarnos a una nueva forma de hacer las cosas es un proceso más lento que el del avance de la tecnología. Esto no significa que modificar nuestras costumbres y prácticas con nuevas herramientas cambie la esencia que constituye nuestra humanidad.
¿Tiene la AI que ser ética?
Finalmente surge un último dilema. ¿Debe la AI ser ética? y en cuyo caso, ¿quién define la ética de la AI? Una serie de preguntas sin respuestas, la ética como definición varía según las distintas sociedades y presenta la imposibilidad técnica de ser universal. A pesar de esta circunstancia existen corrientes que buscan desarrollar una AI en base a axiomas lógicos esenciales, que sirvan de pilares para la construcción de una ética propia por parte de la AI.
En una historia sin un final definido, somos nosotros quienes tendremos que definir verdaderamente qué tipo de AI queremos construir como herramienta y en qué partes de nuestra sociedad deseamos integrarla.
