Los procesos de innovación pueden poner a cualquier organización bajo estrés pero es importante superar esa etapa y generar seguridad psicológica dentro de la organización. Te contamos cómo hacerlo, cuáles son las medidas adecuadas y los beneficios.
La cultura corporativa actual se vende a sí misma como innovadora, pero en la práctica cuesta mucho más de lo que pensamos. ¿Por qué? Según especialistas, la principal razón es el miedo que nos genera salir de nuestra zona de confort.
Indefectiblemente cualquier cambio implica pasar de la situación actual que conocemos a otra que es futura e incierta. Este desconocimiento nos genera ansiedad a la hora de motivar o aplicar soluciones innovadoras.
En 2016 Charles Duhigg investigó los equipos de trabajo de Google para entender qué los hacía tan buenos. Después de analizar múltiples variables, entre ellas, formación académica, paridad de género y vida social, concluyó que la seguridad psicológica es el factor más determinante para una buena dinámica de trabajo en equipo. La seguridad psicológica se da cuando la persona se siente seguro de tomar riesgos, poder decir y participar con ideas, preguntas y dudas.
En cambio, una encuesta de Gallup encontró que solamente tres de cada diez empleados consideraban que sus opiniones contaban en el trabajo y eran tenidas en cuenta. Según la consultora, si se llevara ese número a seis empleados, la rotación se reduciría 27%, los accidentes laborales disminuirían 40% y la productividad aumentaría 12%.
Los procesos de innovación pueden poner a cualquier organización bajo estrés pero se puede combatir con las medidas adecuadas y los beneficios llegan a ser extraordinarios.
¿Cómo fomentar la innovación en una organización?
Crear, innovar, pensar fuera de la caja e idear soluciones o estrategias de negocios novedosas es posible sólo cuando el contexto acompaña estas iniciativas, cuando el clima y la cultura de la organización recompensan el pensamiento disruptivo.
Para generar este tipo de ambiente es fundamental:
- Darle voz a todos los integrantes del equipo: Por ejemplo, permitiendo que puedan expresar sus opiniones sin miedo a represalias internas. De esta manera se produce una sinergia de opiniones que enriquece a toda la organización.
- Crear espacios para la creatividad: En la vorágine del día a día es difícil detenerse a pensar en nuevas ideas. Por esta razón, las organizaciones deben habilitar un espacio de tiempo y tranquilidad que permita realizar brainstorming entre varias áreas.
- Premiar las nuevas ideas: Como seres humanos, es importante sentir que se nos reconoce lo que aportamos a un ambiente tan significativo en nuestra vida como el del trabajo. Premiar la creatividad es una magnífica forma de incentivarla.
- Tolerar los errores: Todos esperamos buenos resultados en un proceso de transformación, pero ¿qué pasa cuando nuestras expectativas no se cumplen? En este momento, la reacción interna juega un rol fundamental, dado que si el fracaso es castigado puertas para adentro, en el futuro los miembros de la organización decidirán no correr ningún tipo de riesgo, incluso los que vienen de la mano de las mejores propuestas.
Aplicando estos principios y guiados por un partner especialista en el modelo de cambio o innovación que deseemos, podremos lograr un proceso fructífero, positivo y constante con grandes resultados para la organización.