La tecnología está redefiniendo las reglas del juego en casi todas las industrias. Ya no es suficiente adaptarse al cambio; es necesario liderarlo.
Como CEO de Ctrl365, he sido testigo de cómo la disrupción tecnológica puede ser un arma de doble filo: o te impulsa a nuevas alturas o te deja totalmente atrás.
Por Damián Stinner, CEO de Ctrl365
Uno de los mayores retos que enfrentamos hoy en día es el ritmo vertiginoso al que evoluciona la tecnología. Las herramientas que hoy utilizamos para automatizar procesos, como RPA o Inteligencia Artificial, hace solo unos pocos años eran innovaciones emergentes.
Ahora son esenciales. Y mañana, probablemente sean reemplazadas o mejoradas por algo aún más avanzado.
¿Cómo se lidera en un entorno así?
La respuesta no es simple, pero hay una clave que creo que marca la diferencia: la agilidad. No me refiero solo a adoptar metodologías ágiles, sino a desarrollar una mentalidad que nos permita anticiparnos y adaptarnos a lo que viene. Tomemos como ejemplo nuestro trabajo con Banco Santander. En medio de un contexto altamente regulado, con plazos ajustados, necesitábamos una solución que no solo fuera rápida, sino precisa y escalable. Implementar RPA nos permitió ayudarles a procesar más de 200,000 salarios de clientes en un contexto crítico de pandemia, y lo hicimos sin margen de error. Este proyecto no fue solo un éxito técnico; fue un ejemplo de cómo, con la tecnología adecuada, podemos transformar la manera en que las empresas responden a las demandas del contexto y del mercado.
Liderar el cambio implica apostar por las personas
Sin embargo, la tecnología por sí sola no basta. El verdadero liderazgo en tiempos de disrupción se basa en las personas.
El éxito de cualquier transformación digital depende de cómo gestionamos el cambio. La cultura organizacional debe estar alineada con la tecnología. Aquí es donde el liderazgo juega un papel crucial: somos los responsables de crear un ambiente que fomente la innovación, la colaboración y el aprendizaje continuo.
El futuro pertenece a quienes no solo están dispuestos a abrazar la disrupción, sino a quienes la provocan. En Ctrl365, hemos aprendido que liderar en estos tiempos implica ser disruptivos nosotros mismos.
No se trata de seguir tendencias tecnológicas, sino de adelantarnos a ellas y de tener el coraje de apostar por las soluciones que nos lleven más allá de lo obvio.
El cambio es inevitable, pero cómo lo gestionamos es lo que define nuestro éxito.
Hoy más que nunca, debemos liderar con visión, adaptabilidad y una profunda comprensión de que, en este mundo digital, la única constante es el cambio.
