El uso cotidiano y permanente de nuevas tecnologías como Robotic Process Automation (RPA) o automatización hiperinteligente, es una realidad creciente en todas las industrias.
Muchas compañías ya las han incorporado y disfrutan de los infinitos beneficios que ofrecen las soluciones digitales, mientras que otras están dando sus primeros pasos en este nuevo mundo que no se detiene y evoluciona minuto a minuto.
En este artículo te propongo recorrer en detalle los conceptos de ética y gobernanza, dos aspectos que requieren de especial atención en las compañías para afrontar el significativo desafío de implementar y usar las nuevas tecnologías.
Por Erik Dziubak, Chief Visionary Officer de Ctrl365
Ética en la evolución tecnológica
En este desafío constante de lograr un uso apropiado de la tecnología con el fin de evolucionar tanto en la industria como en la sociedad, las organizaciones deben ofrecer soluciones digitales innovadoras sin descuidar el valor humano de cada equipo.
Además, como beneficio de su uso, las personas que desempeñan sus tareas aplicando tecnología, deben tener la oportunidad de revalorizar su trabajo en la industria.
La tecnología no ha venido a competir con las personas, sino a facilitar su vida y potenciar sus recursos. Por esta razón, las buenas prácticas en la aplicación tecnológica son extremadamente importantes para alcanzar los objetivos planteados y continuar evolucionando en el mundo digital.
Dentro de la ética, se encuentra también el compromiso con el planeta y las compañías deben actuar conscientemente en este punto.
“Casi la mitad de las empresas europeas gastarán más del 10% de sus presupuestos de TI en sostenibilidad”, describe SS&C Blue Prism en su informe 7 tendencias clave de automatización del 2024.
El mismo informe revela que: “Los requisitos de informes ambientales, sociales y de gobernanza están cambiando y las organizaciones están explorando cómo la IA puede ayudar a que los trabajadores digitales consuman menos recursos, optimicen la eficiencia y agilicen los informes E3G”.
El informe de E3G es un análisis exhaustivo que evalúa la producción planificada y prevista de carbón, petróleo y gas por parte de los gobiernos en comparación con los niveles mundiales coherentes con el objetivo de temperatura del Acuerdo de París.
La gobernanza digital
Administrar y supervisar las actividades que involucran tecnología es el objetivo central que
debe cumplir la gobernanza.
Dentro de las prácticas que esta debe contemplar, se incluyen canales de documentación y
auditorías tecnológicas que muestran cómo se entrenan, prueban y comportan las
tecnologías a lo largo de su ciclo de vida.
También deben describir los aspectos que presentan posibles riesgos, los cuales deben evaluarse y validarse antes de entrar en producción.
La gobernanza en la aplicación de tecnologías es importante en las industrias altamente reguladas tanto del sector público, como del sector privado, como son los servicios bancarios, los financieros y de seguros.
Para garantizar una auditabilidad bien documentada, ampliar sus capacidades y evitar sanciones, todas las organizaciones deben utilizar la tecnología y sus respectivas automatizaciones con total transparencia y ética.
Por otra parte, la gobernanza se debe desarrollar bajo estrategias que garanticen una implementación segura y efectiva.
En una primera etapa, este punto se debe incluir:
-Transparencia: Todos los sistemas deben estar documentados y ser transparentes para que los usuarios y las partes interesadas tengan conocimiento de cómo se toman las decisiones.
-Regulación de los algoritmos: Los modelos de auditoría deben incluir la evaluación de las bases de prueba de los datos en busca de precisión y posibles sesgos.
-Marcos de ética: Adoptar lineamientos éticos sobre el funcionamiento de los sistemas promoverá un comportamiento responsable, garantizando que se cumplan las normativas dentro de la organización. Estas normas deben incluir un consentimiento informado, protección de la privacidad, mitigación de los sesgos, generación responsable de contenido, auditorías regulares y colaboración de las partes interesadas.
-Marcos legales: Se deben comprender los requisitos esenciales de las normativas dentro de la organización respecto a la tecnología. Es fundamental establecer cómo la gobernanza marcará los lineamientos operativos. Este mandato puede surgir de las normas del país donde radica la compañía.
-Auditabilidad: Las auditorías regulares de sistemas permiten identificar riesgos, sesgos y cuestiones éticas, brindando mayor agilidad para responder a las políticas públicas cambiantes.
-Seguridad de los datos: Un plan sólido de gobernanza de los datos debe garantizar que los modelos de tecnología estén formados en un entorno de datos precisos de origen ético.
-Predicción: Es fundamental establecer objetivos comerciales y evaluaciones sobre cómo deberían funcionar la tecnología, con el fin de descubrir posibles problemas antes de que surjan y asegurar el correcto funcionamiento de la solución digital.
“Para 2025, el 70% de las empresas de todas las industrias habrán contratado servicios de transformación del modelo de negocio digital para implementar capacidades de gestión y decisiones empresariales basadas en análisis”, confirma Gartner en su publicación Panorama competitivo: Automatización de procesos comerciales.
Gobierno Digital Corporativo
Una vez establecidos los lineamientos éticos y de seguridad, llega la segunda etapa del proceso de gobernanza denominada Gobierno Digital Corporativo, donde el objetivo es maximizar los beneficios a través de una visión unificada que funcione como guía para que la tecnología digital se integre en toda la compañía.
El Gobierno Digital Corporativo es el timón que mantendrá a la tecnología en la dirección correcta dentro de la compañía, especialmente en un mundo donde las soluciones digitales y los negocios están en constante cambio.
Las claves de esta etapa se centran en:
-Informar a los equipos: En todos los niveles y en toda la compañía, es primordial que los involucrados entiendan cuáles son los lineamientos de tecnología, sus reglas de cumplimiento y privacidad, los resultados deseados y que tanto los equipos como los proyectos estén alineados con los objetivos.
-Identificar casos de uso: Se debe decidir estratégicamente dónde y cuándo usar la tecnología y cómo se beneficiará la compañía. Incluyendo posibles riesgos y problemas.
En este sentido, SS&C Blue Prism comparte el siguiente dato: “El 20% de las grandes empresas incluirán la automatización en los registros de riesgos empresariales y desarrollarán estrategias de mitigación de riesgos para los esfuerzos de automatización más importantes.”
-Mantener la conexión humana: Se debe llevar a cabo una formación y educación integral en las estructuras de gobernanza. Involucrando colaboradores humanos y digitales.
“El 73% de los CIO dijeron que su empresa planea aumentar la financiación en IA y aprendizaje automático en 2024 en comparación con 2023” revela Gartner en su informe 2024 Gartner CIO and Technology Executive Survey.
-Adaptación: Los cambios en el mercado, en las normativas, en las expectativas de clientes y en las tecnologías, afectarán a las tareas de las implementaciones digitales en uso. Es esencial recopilar contantemente información que brinden colaboradores y clientes para comprobar la calidad de los resultados y la eficiencia.
Para concluir, podemos decir que la evolución digital debe desarrollarse con planificación, estrategia y convicción, pero sin desatender los valores y principios humanos dentro de la compañía.
En el camino hacia las organizaciones del futuro, observamos un mundo con crecimiento tecnológico exponencial. Hacerlo con responsabilidad es crear un futuro sostenible.
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